De gloria en gloria

Venia sentada en el Bus y una voz amable me pregunto: Todo bien?, me tomo por sorpresa y le respondí que si, dando lugar a una charla muy amena, fue fácil descubrir de quien se trataba o cuales eran sus intenciones, porque llevaba un libro azul en la mano y una pequeña placa oscura de identificación en su blusa. Mientras conversábamos, admiraba su ímpetu y atrevimiento, me puse a pensar en mi y en la misión que en Su Gracia Dios nos encomendó y sabes? Me pregunte: Porque no llevar el mensaje de Cristo así? Sin miedo, sin temor, porque esta jovencita no imagino siquiera que la rechazaría, intercambiamos teléfonos y me alcanzo una pequeña tarjeta y efectivamente era The Church of Jesus Crhrist of latter- day saints. Cuando nos despedimos me dijo: eres misionera? Y le respondí que si. Ambas misioneras y con misiones diferentes...no se si me llamara. “ Vosotros sois una familia escogida, un sacerdocio al servicio del Rey, una nación santa, un pueblo adquirido por Dios. Y esto es asi