Barro en Sus Manos
Todo cristiano experimenta momentos de dulce quebranto, en realidad cuando éste inicia es doloroso, duele mucho pero luego vas sintiendo la dulzura del Amor de Dios que es el que permanece todo el tiempo a tu lado, afortunadamente cuando vivimos estos momentos no estamos solos el Gran Yo Soy, el Dios Todopoderoso y Eterno camina a tu lado diciendote como le dijo a Daniel: “No tengas miedo ni te preocupes. Dios te ama; ¡anímate y ten valor!” »Mientras me hablaba, sentí que me iba reanimando, y dije: “Señor, háblame, pues me has devuelto las fuerzas.” Este pasaje se encuentra en Daniel 10. Puedes leerlo. Daniel se encontraba buscando a Dios con todo su ser, durante 3 semanas, estaba ayunando y claro físicamente se encontraba sin fuerzas. Estoy agradecida a Dios cuando me permite vivir esos procesos porque veo su mano de misericordia y compasion hacia mi necesidad, mi necesidad de El, de que Cristo crezca dentro de mi, mi necesidad de darme cuenta de que soy un un vaso de barro si, pero