Todos los pueblos te alaben Oh, Dios!
Salmos 67. Una oración por la ampliación del reino de Cristo. Toda nuestra felicidad proviene de la misericordia de Dios; Por lo tanto, lo primero que debemos orar a Dios,es que su misericordia se extienda a nosotros, a nosotros los pecadores, y perdone nuestros pecados. Perdón es encontrar su bendición! Porque al arrepentirnos de todo corazón, su perdón nos limpia. El perdón que Dios nos dá es un acto llenó de amor gracia y misericordia porque Él nunca más se acuerda de nuestros pecados, Él hace borron y cuenta nueva; y es así como espera que actuemos nosotros, sus hijos, cuando nosotros perdonamos a alguien de verdad, Dios viene y quita todo rencor de nuestro corazón. Y asi, nosotros, Tú y yo, por la fe, caminamos con Dios, podemos esperar que su rostro brille sobre nosotros. El salmista pasa a una oración por la conversión de los que no conocen de Él. Eso pone de manifiesto que los santos del Antiguo Testamento deseaban que sus ventajas, sus bendiciones, el conocer esa