Bienaventuranza 8

Ahora, llegamos a la última Bienaventuranza  de Mateo 5 “Bienaventurados serán cuando los insulten y persigan, y digan todo género de mal contra ustedes falsamente, por causa de Mí”.
Jesús considera que los insultos, la burla y las calumnias son un tipo de persecución.  Si, por el hecho de ser cristiano lo sufriras. Sufrirás este tipo de persecución en tu familia, tu trabajo,colegio, instituto,universidad, donde te encuentres, la persecución vendrá ya sea de manera verbal (que es muy usual) o como en algun otro país corporalmente, cuantos hijos de Dios pueden estar siendo maltratados o encarcelados! Sin embargo, muchas veces los cristianos no sufrimos ninguna persecución.  Creo que te debes alarmar si no has sido víctima de burla y persecución. Porque eso significa que algo anda mal con tu testimonio y con la manera que lo representas a Él.  Tu luz probablemente se encuentra debajo de una vasija.  La persecución es una realidad.  Cuanto más resplandezcas tu luz, experimentarás más persecución…es inevitable.  No es cuestión de “si es que” sufres persecución, se trata de “cuando” sufras persecución.  Aquí en el texto Jesús lo dice  claramente en el versículo 11 “Bienaventurados serán cuando…”  y no “si es que” te persiguen.  Es por eso que digo que si no estás sufriendo persecución, insultos o burlas, pregúntate,¿ por qué?  ¿Resplandeces tu luz en el mundo? ¿Influyes en los demás con el evangelio?.
Mira, no hay bendición si te despiden de tu trabajo por ser extraño o incompetente, por no cumplir con tu deber o por desobedecer a tu jefe, o romper alguna regla;  no hay ninguna bendición en ésto, de hecho, si te has comportado así, has pecado, necesitas arrepentirte y volver a Dios, es lo que hacemos todos cuando reconocemos que le hemos fallado a Dios. Aquí    Jesús no se refiere a la persona altanera, dura o que trata de provocar a la gente para que la persigan.  En 1Pedro 4:15-16, Él les dice a los creyentes: “Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello”.  La Palabra de Dios siempre es muy clara en hacernos ver  constantemente  entre el sufrimiento justo y el injusto.  Por lo tanto, determinemos bien por qué estamos  sufriendo.
Si vives piadosamente, padecerás persecución. Si Te identifican con Cristo.  Pedro instruye lo mismo en 1Pedro 4:12-13, “no se sorprendan del fuego de prueba que en medio de ustedes ha venido para probarlos, como si alguna cosa extraña les estuviera aconteciendo.  Antes bien, en la medida en que comparten los padecimientos de Cristo, regocíjense”.  Pedro le dice a la gente lo mismo que Jesús le dijo a él, que no se sorprendieran si son perseguidos.  La persecución vendrá.  ¿Cómo reaccionarás tú? ¿Como reaccionamos cada uno de nosotros? Para mi es casi imposible regocijarme a veces, porque mi corazón se duele y siente tristeza...y cuando dejó mis cargas a Él (mi dolor y tristeza) siento Sus fuerzas renovándome, me dá nuevas fuerzas!!
Regocíjense y alégrense, porque la recompensa de ustedes en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que ustedes”. Entonces, ¿Cuando somos bienaventurados?  Cuando nos encontremos viviendo situaciones así;   El Señor quiere que tengamos la actitud correcta en medio del sufrimiento.  La mayoría de ustedes estará pensando"¿Es posible regocijarme y ser dichoso cuando sufro persecución? ¿Cómo se logra eso? "Esa no es una reacción natural”.  ¡No, no es natural! ¡Es sobrenatural!  Esta reacción es sobrenatural.  De hecho, para poder llevar a cabo cada una de las bienaventuranzas, necesitas el poder sobrenatural de Dios.  Dios tiene que obrar en tu vida de una manera sobrenatural.  Porque sino cuando alguien te señale un error siempre lo vas a ver de manera personal y eso te va a dañar y contaminar a otras personas...La Biblia dice que si alguno tiene algo contra alguien, vé y díselo a la persona  y si ésta no te escucha vé y llama a un testigo.
Si adelantamos un poco en el Sermón del Monte en  los versículos 13-16 veremos que Jesús comienza a decirles a los discípulos que ellos son la sal y la luz del mundo.  Pero la pregunta es: ¿Somos nosotros la sal y la luz del mundo? Si no quieres padecer sufrimientos, persecución o la burla de alguien, todo lo que tienes que hacer es quedarte callado.  Espero que Dios nos ayude a no quedarnos callados.  Es por eso que Jesús dice: “todo el que Me confiese delante de los hombres, Yo también lo confesaré delante de Mi Padre que está en los cielos”. (Mateo 10:32)  Jesús nos dice que es muy importante confesarlo a Él en este mundo.  Muchos no lo confiesan delante de los hombres por temor a que se burlen de ellos, pero eso es parte de lo que significa ser un discípulo.  Él estuvo dispuesto a ser ridiculizado, a ser objeto de burla y a ser azotado por ti.  Espero que tú estés dispuesto a soportar un poco de persecución por Él.  Si no estámos  dispuestos a confesarlo delante de los hombres, lo estámos negando...


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