Dejale tambien la capa
Cual es la respuesta que damos en relación a nuestros bienes? La Palabra de Dios dice: " Y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, dejale también la capa;... al que te pide dale, y al que desee pedirte prestado no le vuelvas la espalda ( Mateo 5:40 y 42)
Dependiendo de nuestros valores, nuestra relación con el prójimo tiene sus limites y muchas veces el limite es cuando nuestros bienes están de por medio. podemos sonreír disfrutar de un paseo, de un café o de una comida, porque la satisfacción es mutua; pero cuando te das cuenta de que la persona se quiere aprovechar de ti, nuevamente podemos cortar la relación y mantener nuestra distancia.
Si dices o digo que soy seguidora de Jesús, entonces debemos estar dispuestos a amar a las personas incluso si nuestros bienes están de por medio.
En el contexto Judío la túnica es la prenda mas básica de toda persona y la capa en esos tiempos era muy necesario para cubrirte de la tierra que se levantaba por el viento o ayudaba a cubrirse del frío por la noche mientras iban de camino. Sabes querido lector? si tenemos el amor de Dios, estaremos dispuestos a compartir nuestros bienes tan básicos por amor. Que sucede cuando una hija o hijo tienen necesidad? los padres están dispuestos a desprenderse de sus propias cosas con tal de ayudar a su hij@. Ese mismo amor, Dios demanda que debemos tener con el prójimo, pero el prójimo puede ser egoísta, Dios lo sabe, pero aun así quiere que demostremos nuestro amor. Debemos ser sabios y cautos y dar a aquel que tiene necesidad verdadera. Ahora, si voy a dar es darlo como para el Señor, no siendo algo que me sobre o inservible. Algo que este en condiciones de ser usado: esto me hace recordar lo mucho que fuimos bendecidos por hermanos y amigos al llegar a los diferentes lugares que Dios nos envió. Fue tanta generosidad que en corto tiempo nuestra vivienda estuvo amueblada (damos gracias a Dios por ello), no con lujos, pero si con todo lo necesario para vivir.
En Marcos 10:21 podemos leer una ilustración que Jesús uso, se trataba de un joven rico, el había cumplido casi toda la ley, pero Jesús le dijo: te falta una cosa anda vende lo que tienes y daselo a los pobres y me sigues...uf! que duro! el joven se fue triste porque su corazón estaba enfocado en las riquezas de este mundo.
Muchos de los misioneros o Evangelistas que visitan una obra nueva saben el costo de una obra en sus inicios y ellos invierten y dan por amor, sin esperar nada a cambio. Los mismo podemos decir de una iglesia misionera que envía ora y aporta para sus misioneros. Ellos han aprendido a vivir en el principio de " mas bienaventurado es dar que recibir".
"Al que te pide dale, y al que desee pedirte prestado no le vuelvas la espalda". Este es un resumen hermoso de todos los versículos anteriores...nunca debemos cerrarle las puertas a nadie, siempre debe de haber una segunda, tercera, cuarta y todas las oportunidades que sean necesarias, porque así hace nuestro Padre Celestial con todos aquellos que han nacido de nuevo.
El nunca a la primera nos descalifica, por eso le dijo a la mujer sorprendida en adulterio "Ni yo te condeno, vete y no peques mas."Por eso amigo, amiga, debemos rendirnos cada día a Dios para que estemos dispuestos a humillarnos, para que Dios nos ayude a mirar el valor de las cosas como medios para amar al prójimo.
Esta manera de vivir, Jesús lo esta demandando de sus discípulos, de todos aquellos que han nacido de nuevo, y es algo que nunca lo podremos vivir en nuestras propias fuerzas, de hecho hubo alguien que vino a EL y le dijo: Maestro como puede hacerse esto - vivir como Tu vives, hacer las señales que Tu haces- Y Jesús le respondió: Eres Tu Maestro de Israel y no sabes esto?...
nadie puede esperar vivir así a no ser que halla nacido de nuevo, a no ser que halla recibido el Espíritu Santo: Esta enseñanza noble elevada y divina la podremos vivir a través de EL. Se trata de todo mi ser, hasta los detalles mas mínimos de la vida. la santidad no es algo que se recibe en una reunión, es una vida que hay que ir viviéndola poco a poco, dejandonos moldear por el Alfarero.
Dependiendo de nuestros valores, nuestra relación con el prójimo tiene sus limites y muchas veces el limite es cuando nuestros bienes están de por medio. podemos sonreír disfrutar de un paseo, de un café o de una comida, porque la satisfacción es mutua; pero cuando te das cuenta de que la persona se quiere aprovechar de ti, nuevamente podemos cortar la relación y mantener nuestra distancia.
Si dices o digo que soy seguidora de Jesús, entonces debemos estar dispuestos a amar a las personas incluso si nuestros bienes están de por medio.
En el contexto Judío la túnica es la prenda mas básica de toda persona y la capa en esos tiempos era muy necesario para cubrirte de la tierra que se levantaba por el viento o ayudaba a cubrirse del frío por la noche mientras iban de camino. Sabes querido lector? si tenemos el amor de Dios, estaremos dispuestos a compartir nuestros bienes tan básicos por amor. Que sucede cuando una hija o hijo tienen necesidad? los padres están dispuestos a desprenderse de sus propias cosas con tal de ayudar a su hij@. Ese mismo amor, Dios demanda que debemos tener con el prójimo, pero el prójimo puede ser egoísta, Dios lo sabe, pero aun así quiere que demostremos nuestro amor. Debemos ser sabios y cautos y dar a aquel que tiene necesidad verdadera. Ahora, si voy a dar es darlo como para el Señor, no siendo algo que me sobre o inservible. Algo que este en condiciones de ser usado: esto me hace recordar lo mucho que fuimos bendecidos por hermanos y amigos al llegar a los diferentes lugares que Dios nos envió. Fue tanta generosidad que en corto tiempo nuestra vivienda estuvo amueblada (damos gracias a Dios por ello), no con lujos, pero si con todo lo necesario para vivir.
En Marcos 10:21 podemos leer una ilustración que Jesús uso, se trataba de un joven rico, el había cumplido casi toda la ley, pero Jesús le dijo: te falta una cosa anda vende lo que tienes y daselo a los pobres y me sigues...uf! que duro! el joven se fue triste porque su corazón estaba enfocado en las riquezas de este mundo.
Muchos de los misioneros o Evangelistas que visitan una obra nueva saben el costo de una obra en sus inicios y ellos invierten y dan por amor, sin esperar nada a cambio. Los mismo podemos decir de una iglesia misionera que envía ora y aporta para sus misioneros. Ellos han aprendido a vivir en el principio de " mas bienaventurado es dar que recibir".
"Al que te pide dale, y al que desee pedirte prestado no le vuelvas la espalda". Este es un resumen hermoso de todos los versículos anteriores...nunca debemos cerrarle las puertas a nadie, siempre debe de haber una segunda, tercera, cuarta y todas las oportunidades que sean necesarias, porque así hace nuestro Padre Celestial con todos aquellos que han nacido de nuevo.
El nunca a la primera nos descalifica, por eso le dijo a la mujer sorprendida en adulterio "Ni yo te condeno, vete y no peques mas."Por eso amigo, amiga, debemos rendirnos cada día a Dios para que estemos dispuestos a humillarnos, para que Dios nos ayude a mirar el valor de las cosas como medios para amar al prójimo.
Esta manera de vivir, Jesús lo esta demandando de sus discípulos, de todos aquellos que han nacido de nuevo, y es algo que nunca lo podremos vivir en nuestras propias fuerzas, de hecho hubo alguien que vino a EL y le dijo: Maestro como puede hacerse esto - vivir como Tu vives, hacer las señales que Tu haces- Y Jesús le respondió: Eres Tu Maestro de Israel y no sabes esto?...
nadie puede esperar vivir así a no ser que halla nacido de nuevo, a no ser que halla recibido el Espíritu Santo: Esta enseñanza noble elevada y divina la podremos vivir a través de EL. Se trata de todo mi ser, hasta los detalles mas mínimos de la vida. la santidad no es algo que se recibe en una reunión, es una vida que hay que ir viviéndola poco a poco, dejandonos moldear por el Alfarero.
De hecho...ni nosotros mismos fuimos merecedores de tanta Gracia "Porque de tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en El cree, no se pierda mas tenga vida eterna. (Juan 3:16)
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