Confiesa y sé libre!

Proverbios 28 versiculo 13 dice” Quien encubre su pecado jamás prospera, quien lo confiesa y lo deja, halla PERDON”

El arrepentimiento es más que un sentimiento, es el primer paso para obtener libertad del pecado y el conflicto. El arrepentimiento no es algo que podemos hacer por nuestra cuenta; es un don de Dios por el cual debemos orar continuamente, mediante el cual Él nos convence de nuestro pecado y nos muestra el camino hacia la libertad (2 Timoteo 2:24–26). El arrepentimiento no significa que simplemente nos sentimos tristes e incómodos. Tampoco involucra una mera disculpa. Arrepentirse, literalmente, significa cambiar la forma de pensar en sentido opuesto.Antes amaba y me deleitaba en el pecado ahora, rechazo y me alejo del pecado.

Por lo tanto, el arrepentimiento a veces se describe como “volver en sí” (ver Lucas 15:17; 2 Timoteo 2:25, 26). Involucra despertarse al hecho de que nos hemos estado engañando y que nuestras ideas, actitudes, valores o metas han sido incorrectos. Si este cambio de pensamiento es genuino, llevará a una renuncia del pecado y una vuelta a Dios (Ezequiel 14:6; Hechos 3:19). Este proceso se describe en Isaías 55:7: “Que abandone el malvado su camino, y el perverso sus pensamientos. Que se vuelva al Señor, a nuestro Dios, que es generoso para perdonar, y de él recibirá misericordia”.

Cuantos de nosotros somos perdonados por nuestros Dios, dia a dia El nos muestra Su misericordia que son nuevas en cada amanecer.

El Señor nos dice que su Espiritu Santo nos convence de pecado, justicia y juicio, pero como lo hace­, a traves de Su Palabra, su Palabra es su arma que usa para hacer su labor en nuestros corazones, La Palabra de Dios es la espada del Espiritu.

“La Palabra de Dios es mas cortante que toda espada de dos filos. Penetra hasta partir lo mas profundo de alma y del espíritu, hasta la medula de los huesos, y juzga los pensamientos del corazon.” Heb. 4:12.

La Palabra de Dios es la Palabra profética mas segura, a la cual hacemos bien el estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el dia esclarezca y el lucero de la mañana salga en nuestros corazones. 2 Ped. 1:19-20.

Cuando el arrepentimiento es producido por Dios mismo en nuestros corazones, entonces nunca seremos los mismos, por eso deberiamos interceder por nuestras vidas para que Dios escudriñe nuestros corazones y nos haga ver la maldad que hay en nosotros. Jer. 17:10

Pero a la vez podemos ser engañados por nosotros mismos de tener un arrepentimiento, pero sin embargo puede haber sido producido por nuestro propio corazón, es decir un arrepentimiento aparente,¿ Cuando se da este tipo de arrepentimiento aparente? cuando tenemos una necesidad o estamos metidos en un grave problema, ahi le prometemos a Dios darle nuestras vidas, servirle, ser fiel en todo, pero cuando pasa la dificultad, volvemos a lo mismo de antes. Pero a esta persona lo vimos llorar por su pecado, pero fue externo. Tenemos un enemigo que nos engaña facilmente y es nuestro propio corazón. Jer. 17:9 “Engañoso es el corazón mas que todas las cosas”

Por eso necesitamos acercarnos  a Dios por medio de la oración y por medio de Su Palabra y pedirle que obra en nuestros corazónes. Pedirle que Su Reino se establezca en nuestros corazones.

Ya podemos estar viviendo o acostumbrándonos con pecados que a nuestros ojos pueden parecer insignificantes, como decir una verdad a medias, o tener ciertas licencias que si eres casado o casada no debes permitírtelo, etc. Para Dios no existen pecados grandes o pequenos.

En estos textos el Señor nos habla de arrepentimiento, y es reconocer que hemos pecado y dejar el pecado y volverse a Dios.

Nuestro texto de estudio nos dice “ Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja, halla perdón”. Proverbios 28:13

En 1 Samuel13:13, leemos que ante la desobediencia de Saul, el profeta  Samuel va y le dice a Saul “Te has portado como un necio”, … “El Señor habría establecido tu reino sobre Israel para siempre”.. quien encubre su pecado jamas prospera.

En 1Sam 15:1-9, Dios quiere traer juicio a un pueblo por su maldad, llamado Amalec, Y ordena a Saul destruir todo el pueblo y no dejar con vida a nadie e incluso a los animales. Pero Saul mata a todo el pueblo, menos al rey y a se queda con las mejores ovejas y vacas, los terneros mas gordos y en fin todo lo que era de valor ante sus ojos.Cuando Saul se encuentra con Samuel le dice: Ya cumpli con las ordenes de Dios. Entonces Samuel le pregunto: Si en verdad las has cumplido, ¿De quien son esas ovejas y esos toros? .. Y Saul respondió: son los mejores animales que los soldados les quitaron a los amaleceitas. Los trajeron para presentarselos como ofrenda a nuestro Dios.

Saul nunca acepto su culpa, siempre se excusó en otros.

A traves de su razonamiento, aparta la Palabra de Dios y empieza a buscar una salida para quedarse con lo mejor  a traves de su razonamiento.

El corazón de Saul se desvio, como se puede desviar nuestro corazón, siempre debemos recordar esto “Que el que crea estar firme, mire que no caiga”. No  es nuestra habilidad de hablar o nuestra inteligencia la que nos libra de la destrucción.

Si continuas leyendo en  1 Samuel 15:12, aparentemente podemos decir que tiene de malo esto, algunos pueden decir “Dios es muy estricto”, claro, eso es la apariencia, pero en realidad no es asi, Saul levanto el altar, porque realmente se habían quedado con lo mejor, siendo que Dios le dijo, no coger nada de los Amalecitas.

En el Nuevo Testamento, el  apostol Pablo va a explicar muy preciso como se endurece el corazon del ser humano: Romanos 1:21-22.”Pues saben de Dios, pero no lo respetan ni le dan las gracias.no piensan mas que en hacer lo malo y en puras tonterias. Creen que lo saben todo, pero en realidad no saben nadaFuerte! Verdad­. La biblia dice que todos fallamos y estamos lejos de Dios

Todos, unos mas agresivamente, otros mas pasivamente, esta carta esta escrita para los  creyentes que estan en Roma .

Gracias a Dios también tenemos Juan 1: 5-9 , puedes leerlo.

Cuando confesamos nuestro pecado de todo corazon, el Señor Jesus se compromete a perdonarnos y limpiarnos. El Señor hace dos cosas: nos perdona y nos limpia. Nada podemos hacer para quitarnos el pecado de nuestro corazón, solo el Señor lo puede hacer, como lo hace, lo hace con su poder, cuando lo hace, cuando confesamos nuestro pecado de todo corazon.

Si  Dios nos hace ver algún pecado, no nos  excusemos, es mejor confesarlo y cuando lo confieso, experimento la victoria y la libertad, porque El viene y me limpia. No hay otro camino.

Recuerda:Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja, halla perdón.


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