Soy pecador! Necesito de Ti Señor!
Ser quebrantado por el Señor es lo mejor que nos puede pasar, porque nuestro corazon es duro, de piedra, indiferente.
No podemos ver la maldad de nuestro corazón porque estamos ciegos. Ejemplo. Miremos en Lucas 18:9-14. Los fariseos y saduceos, creían en Dios, asistían a la sinagoga, al templo, traían sus ofrendas, eran maestros de la ley, sin embargo un fariseos con un saduceos no se podían ver. Mira la oración de justificación del fariseo y compara la oración del publicano, ¿Quién pudo ver la condición de su corazón ? El Señor dice que nuestras justicias son como trapos de inmundicia.
Nuestras conciencias están cautivas al pecado, no responden a la ley de Dios. Por eso es que el Ser humano, miente, roba, adúltera, ... porque el pecado a endurecido nuestras conciencias. Jesús dijo que el mundo no viene a El porque sus obras son malas y porque aman el pecado. Entonces la misericordia de Dios obra en el corazón del ser humano convenciendolo de pecado. Este es el primer paso de la gracia de Dios, solo un ser humano que ha sido convencido de pecado por Dios puede ir al siguiente paso que es el arrepentimiento. El arrepentimiento es volverse a Dios, dejamos de amar el pecado y nos volvemos a Dios y el requisito es con todo el corazón.
El fariseo no reconoció su pecado, el es inconsciente y cree que sus buenas obras son suficientes para presentarse delante de Dios. Es como cuando decimos todos somos pecadores pero no hay ese reconociendo delante de Dios. Porque creemos que hay otros peores que nosotros entonces pasamos por alto nuestras rebeliones, nuestras murmuraciónes, nuestros egoísmos, nuestro adulterio, nuestra fornicacion, es decir nos auto justificamos. Hemos aprendido a convivir con el pecado.
Pero la persona que ha sido convencido por Dios de su pecado, reconoce su pecado, y pide a Dios que tenga misericordia de El o ella. Segundo, decide renunciar a su pecado, es decir no quiere volver a pecar. Entonces se retira del escenario donde sabe que puede pecar. Y ahí es donde se aplica esa verdad que dijo Jesús, si tu ojo te es ocasión de caer sacalo o si tu mano te es ocasión de caer córtala. Que es lo que motiva a esa persona a deshacerse de algo tan valioso y cercano en su vida, el amor a Dios, ya no quiere seguir pecando ante Dios. Esta persona es bendecida por Dios porque pasara al siguiente paso por obra del Espíritu de Dios, sera convencido de Justicia. Recuerda cual. Es el marco de referencia Yo voy a mi Padre. Cuando ponemos nuestra mirada en nuestra morada celestial no hay cosa en esta tierra que tome valor más importante que estar con el Padre y nuestro Señor Jesucristo.
Seremos convencidos de Justicia, cual es la justicia de Dios? el alma que pecaré esa morirá. Esta es la justicia de Dios. Todo ser humano ha pecado, todo ser humano debe morir, Pero de tal manera amo Dios al mundo que envió a su unigénito Hijo para que todo aquel que en el crea no se pierda más tenga vida eterna. Juan 3:16. Jesucristo vino a pagar la condenación producto de nuestro pecado, la muerte de Jesus en la CRUZ es la justicia de Dios por el pecado. El alma que pecaré esa morirá, Jesucristo tomo nuestro lugar en la cruz, Èl pagando nuestro castigo. Por eso toda persona que cree que Jesucristo murió en su lugar por sus pecados es salvo. Pero recuerda este es el segundo paso, el primero es reconocer que hemos pecado delante de Dios y queremos dejar el pecado, nuestra alma esta quebrantada porque ha pecado delante de Dios, hemos ofendido a Dios con nuestro pecado, tenemos vergüenza de nuestro pecado. Es como si estamos vestidos con trapos de inmundicia y vamos por la calle, estamos en nuestras casas o en nuestros trabajos, sucios, mal olientes, porque vemos nuestra condición, entonces anhelamos ser limpios, darnos una ducha y cambiarnos de ropa pero nos damos cuenta que por más que intentemos no podemos sacarnos los trapos de inmundicia, y podemos mirar a Jesús y tener la convicción de que sólo El puede quitar estos trapos sucios, lavarnos y darnos nuevas ropas y limpias. Cuando llegamos a este punto es porque habremos sido convencidos de pecado, justicia y juicio...
No podemos ver la maldad de nuestro corazón porque estamos ciegos. Ejemplo. Miremos en Lucas 18:9-14. Los fariseos y saduceos, creían en Dios, asistían a la sinagoga, al templo, traían sus ofrendas, eran maestros de la ley, sin embargo un fariseos con un saduceos no se podían ver. Mira la oración de justificación del fariseo y compara la oración del publicano, ¿Quién pudo ver la condición de su corazón ? El Señor dice que nuestras justicias son como trapos de inmundicia.
Nuestras conciencias están cautivas al pecado, no responden a la ley de Dios. Por eso es que el Ser humano, miente, roba, adúltera, ... porque el pecado a endurecido nuestras conciencias. Jesús dijo que el mundo no viene a El porque sus obras son malas y porque aman el pecado. Entonces la misericordia de Dios obra en el corazón del ser humano convenciendolo de pecado. Este es el primer paso de la gracia de Dios, solo un ser humano que ha sido convencido de pecado por Dios puede ir al siguiente paso que es el arrepentimiento. El arrepentimiento es volverse a Dios, dejamos de amar el pecado y nos volvemos a Dios y el requisito es con todo el corazón.
El fariseo no reconoció su pecado, el es inconsciente y cree que sus buenas obras son suficientes para presentarse delante de Dios. Es como cuando decimos todos somos pecadores pero no hay ese reconociendo delante de Dios. Porque creemos que hay otros peores que nosotros entonces pasamos por alto nuestras rebeliones, nuestras murmuraciónes, nuestros egoísmos, nuestro adulterio, nuestra fornicacion, es decir nos auto justificamos. Hemos aprendido a convivir con el pecado.
Pero la persona que ha sido convencido por Dios de su pecado, reconoce su pecado, y pide a Dios que tenga misericordia de El o ella. Segundo, decide renunciar a su pecado, es decir no quiere volver a pecar. Entonces se retira del escenario donde sabe que puede pecar. Y ahí es donde se aplica esa verdad que dijo Jesús, si tu ojo te es ocasión de caer sacalo o si tu mano te es ocasión de caer córtala. Que es lo que motiva a esa persona a deshacerse de algo tan valioso y cercano en su vida, el amor a Dios, ya no quiere seguir pecando ante Dios. Esta persona es bendecida por Dios porque pasara al siguiente paso por obra del Espíritu de Dios, sera convencido de Justicia. Recuerda cual. Es el marco de referencia Yo voy a mi Padre. Cuando ponemos nuestra mirada en nuestra morada celestial no hay cosa en esta tierra que tome valor más importante que estar con el Padre y nuestro Señor Jesucristo.
Seremos convencidos de Justicia, cual es la justicia de Dios? el alma que pecaré esa morirá. Esta es la justicia de Dios. Todo ser humano ha pecado, todo ser humano debe morir, Pero de tal manera amo Dios al mundo que envió a su unigénito Hijo para que todo aquel que en el crea no se pierda más tenga vida eterna. Juan 3:16. Jesucristo vino a pagar la condenación producto de nuestro pecado, la muerte de Jesus en la CRUZ es la justicia de Dios por el pecado. El alma que pecaré esa morirá, Jesucristo tomo nuestro lugar en la cruz, Èl pagando nuestro castigo. Por eso toda persona que cree que Jesucristo murió en su lugar por sus pecados es salvo. Pero recuerda este es el segundo paso, el primero es reconocer que hemos pecado delante de Dios y queremos dejar el pecado, nuestra alma esta quebrantada porque ha pecado delante de Dios, hemos ofendido a Dios con nuestro pecado, tenemos vergüenza de nuestro pecado. Es como si estamos vestidos con trapos de inmundicia y vamos por la calle, estamos en nuestras casas o en nuestros trabajos, sucios, mal olientes, porque vemos nuestra condición, entonces anhelamos ser limpios, darnos una ducha y cambiarnos de ropa pero nos damos cuenta que por más que intentemos no podemos sacarnos los trapos de inmundicia, y podemos mirar a Jesús y tener la convicción de que sólo El puede quitar estos trapos sucios, lavarnos y darnos nuevas ropas y limpias. Cuando llegamos a este punto es porque habremos sido convencidos de pecado, justicia y juicio...
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