Estudiando Hageo (Parte 1)
Esta Semana estudiando sobre el libro del profeta Hageo, han sido momentos de recibir Su Palabra y sentir agua fresca a todo mi ser. Por favor, te invito a leer Hageo, son sólo 2 capítulos pero muy edificantes, como toda la Palabra de Dios.
El pueblo de Israel, al retornar a su tierra, se había olvidado de la promesa que en la cautividad había hecho a Dios: reconstruir el Templo, la casa de Dios, que había sido destruida por los enemigos.
Cuando el profeta Hageo, por mandato de Dios, reprochó al pueblo su olvido y su preocupación egoísta de construir y embellecer únicamente sus propias casas, la gente aceptó la reprimenda de Dios y se arrepintió. Si eres hijo, hija, como reaccionas a la reprimenda o corrección que te hacen tus padres? o si eres un trabajador, ama de casa, estudiante, etc como reaccionas ante una corrección o justo juicio?, en éste caso, el pueblo recapacitó, y todos juntos emprendieron la tarea de edificar el Templo para Dios. Estudiando éste pequeño pero profundo libro de Hageo, sale a luz diferentes reacciones del pueblo ante la necesidad de restaurar el templo, los más ancianos estaban tristes, quejosos y muy molestos, porque ellos recordaban el esplendor y la magnificencia del primer templo construido por el rey Salomón, por allí alguien habría dicho " el tiempo pasado fue mejor", ya que al contemplar el desarrollo de las obras de la construcción todo les parecía poco e insignificante. Es imposible de comparar la edificación del templo anterior, con esta otra obra; Pero, en medio de todo éste panorama, Dios envió palabras de ánimo y aliento a través del profeta Hageo a todas las personas de la sociedad de aquel entonces, al líder político, al gobernante, a los religiosos, pero también para el pueblo llano. Nuestro Buen Dios, además de animarlos, les dijo que debían esforzarse, y Dios llegó aun más lejos, también les instó a que debían trabajar. Y para mostrarles que realmente Él, el Dios Todopoderoso, estaba pendiente de Su pueblo, les dijo: "Porque yo estoy con vosotros, dice el Señor de los ejércitos. Vamos a continuar con el versículo 5 . Leamos:"Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi Espíritu estará en medio de vosotros, no temáis."Ya habíamos mencionado que la presencia visible de Dios, la gloria de Dios, se había alejado del primer templo, muchos años atrás. Creemos que podría haber ocurrido durante el reinado de Manasés, un rey malvado y corrupto. Es decir que, durante los últimos días del antiguo templo, éste no era más que un hermoso edificio, bien adornado, pero que en realidad ya no era un "templo", porque la presencia de Dios lo había abandonado. Pero ahora Dios les dijo: Mi espíritu estará en medio de vosotros. Dios les estaba indicando que, aunque este nuevo edificio no era espectacular, ni impresionante, sin embargo "Mi Espíritu estará con vosotros; (estaré entre ustedes). Así mi espíritu estará en medio de vosotros, no temáis.Este pasaje bíblico nos revela algo muy importante; nos habla del ministerio del Espíritu Santo durante los tiempos del Antiguo Testamento, y del Nuevo Testamento. En aquella época, Él, el Espíritu Santo, estaba en el pueblo, entre el pueblo. Ahora, después de la ascensión de Jesús, el Espíritu Santo mora en cada creyente que a puesto su Fé en Jesús. Si ellos, el pueblo de Israel, no tenían ningún motivo para temer, porque el Espíritu de Dios estaba en medio entonces, el hijo de Dios en el presente, tampoco debería temer. El Espíritu Santo mora "en" el creyente. Leamos los versículos 6 y 7 de este capítulo 2 de Hageo: "Porque así dice el Señor de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho el Señor de los ejércitos. En primer lugar, debemos conocer y reconocer lo que Dios estaba diciendo, y cuál era su intención al mandar a decir estas palabras a Hageo. Dios estaba tratando de erradicar de sus mentes, de sus ojos y de sus corazones, aquello que era tan importante para la gente, sus problemas y situaciones próximas, tan limitadas en tiempo y espacio.
Todos estaban tan centrados con las pequeñeces de sus vidas, que se les escapaba lo mejor, es decir, habían olvidado que Dios tenía un plan para ellos, y que ellos eran parte del plan de Dios.
El pueblo debía mirar a ese templo que estaban construyendo, pero con la perspectiva del propósito final de Dios. Y así es como nosotros también deberíamos mirar y contemplar las circunstancias que nos rodean, evaluar, contrastar todas las situaciones de nuestras vidas segun el propósito que Dios tiene; Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? nos recuerda la Escritura, no permitamos que las circunstancias presentes nos aplasten y derroten. No debemos dejar que, por más difícil o casi insuperable que nos parezcan las circunstancias de nuestra vida, se adueñe de nosotros ese pensamiento de derrota, miedo, desaliento y fracaso.
Así que, nuestro corazón cobre ánimo y pongámonos manos a la obra! Que Jesús el Deseado de las naciones está pronto a volver por segunda vez! Maranatha Cristo Viene...
El pueblo de Israel, al retornar a su tierra, se había olvidado de la promesa que en la cautividad había hecho a Dios: reconstruir el Templo, la casa de Dios, que había sido destruida por los enemigos.
Cuando el profeta Hageo, por mandato de Dios, reprochó al pueblo su olvido y su preocupación egoísta de construir y embellecer únicamente sus propias casas, la gente aceptó la reprimenda de Dios y se arrepintió. Si eres hijo, hija, como reaccionas a la reprimenda o corrección que te hacen tus padres? o si eres un trabajador, ama de casa, estudiante, etc como reaccionas ante una corrección o justo juicio?, en éste caso, el pueblo recapacitó, y todos juntos emprendieron la tarea de edificar el Templo para Dios. Estudiando éste pequeño pero profundo libro de Hageo, sale a luz diferentes reacciones del pueblo ante la necesidad de restaurar el templo, los más ancianos estaban tristes, quejosos y muy molestos, porque ellos recordaban el esplendor y la magnificencia del primer templo construido por el rey Salomón, por allí alguien habría dicho " el tiempo pasado fue mejor", ya que al contemplar el desarrollo de las obras de la construcción todo les parecía poco e insignificante. Es imposible de comparar la edificación del templo anterior, con esta otra obra; Pero, en medio de todo éste panorama, Dios envió palabras de ánimo y aliento a través del profeta Hageo a todas las personas de la sociedad de aquel entonces, al líder político, al gobernante, a los religiosos, pero también para el pueblo llano. Nuestro Buen Dios, además de animarlos, les dijo que debían esforzarse, y Dios llegó aun más lejos, también les instó a que debían trabajar. Y para mostrarles que realmente Él, el Dios Todopoderoso, estaba pendiente de Su pueblo, les dijo: "Porque yo estoy con vosotros, dice el Señor de los ejércitos. Vamos a continuar con el versículo 5 . Leamos:"Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi Espíritu estará en medio de vosotros, no temáis."Ya habíamos mencionado que la presencia visible de Dios, la gloria de Dios, se había alejado del primer templo, muchos años atrás. Creemos que podría haber ocurrido durante el reinado de Manasés, un rey malvado y corrupto. Es decir que, durante los últimos días del antiguo templo, éste no era más que un hermoso edificio, bien adornado, pero que en realidad ya no era un "templo", porque la presencia de Dios lo había abandonado. Pero ahora Dios les dijo: Mi espíritu estará en medio de vosotros. Dios les estaba indicando que, aunque este nuevo edificio no era espectacular, ni impresionante, sin embargo "Mi Espíritu estará con vosotros; (estaré entre ustedes). Así mi espíritu estará en medio de vosotros, no temáis.Este pasaje bíblico nos revela algo muy importante; nos habla del ministerio del Espíritu Santo durante los tiempos del Antiguo Testamento, y del Nuevo Testamento. En aquella época, Él, el Espíritu Santo, estaba en el pueblo, entre el pueblo. Ahora, después de la ascensión de Jesús, el Espíritu Santo mora en cada creyente que a puesto su Fé en Jesús. Si ellos, el pueblo de Israel, no tenían ningún motivo para temer, porque el Espíritu de Dios estaba en medio entonces, el hijo de Dios en el presente, tampoco debería temer. El Espíritu Santo mora "en" el creyente. Leamos los versículos 6 y 7 de este capítulo 2 de Hageo: "Porque así dice el Señor de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho el Señor de los ejércitos. En primer lugar, debemos conocer y reconocer lo que Dios estaba diciendo, y cuál era su intención al mandar a decir estas palabras a Hageo. Dios estaba tratando de erradicar de sus mentes, de sus ojos y de sus corazones, aquello que era tan importante para la gente, sus problemas y situaciones próximas, tan limitadas en tiempo y espacio.
Todos estaban tan centrados con las pequeñeces de sus vidas, que se les escapaba lo mejor, es decir, habían olvidado que Dios tenía un plan para ellos, y que ellos eran parte del plan de Dios.
El pueblo debía mirar a ese templo que estaban construyendo, pero con la perspectiva del propósito final de Dios. Y así es como nosotros también deberíamos mirar y contemplar las circunstancias que nos rodean, evaluar, contrastar todas las situaciones de nuestras vidas segun el propósito que Dios tiene; Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? nos recuerda la Escritura, no permitamos que las circunstancias presentes nos aplasten y derroten. No debemos dejar que, por más difícil o casi insuperable que nos parezcan las circunstancias de nuestra vida, se adueñe de nosotros ese pensamiento de derrota, miedo, desaliento y fracaso.
Así que, nuestro corazón cobre ánimo y pongámonos manos a la obra! Que Jesús el Deseado de las naciones está pronto a volver por segunda vez! Maranatha Cristo Viene...
TEN ÁNIMO Y FUERZA QUE DIOS ESTÁ CONTIGO!
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