Mira la viga

Hace unos días conversaba con una joven que vive en otra ciudad y me comentaba  que se sentía hastiada del entorno que le rodeaba porque todo eran chismes quejas y murmuraciones... Ya no aguanto mas! exclamaba, y sobretodo tratándose de un entorno que conocen de Jesús. Esto me hizo pensar en los años cuando no conocía del Señor, cuando vivía arraigada con tan malos hábitos, gracias a Dios de algunos ya me a liberado, pero aun le continuo pidiendo que siga  limpiando mi vida, que ponga guarda a mi boca cuando sea necesario, Dios tenga misericordia de mi y me libre cuando sea tentada, porque si somos tropiezo para tan solo uno de "sus pequeños", hay de nosotros!
Por eso es bueno pedirle siempre en oración que Dios nos ayude a  ver la viga que hay en nuestro propio ojo y pedirle como le pedía el salmista    Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos;  Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.Salmos 139:23‭-‬24.
Matthew Henry (Comentarista Biblico) dice al respecto, que estas luchas, son lecciones duras para la carne y sangre, porque siempre buscamos tener la razón, pero, si estamos bien fundados en la fe del amor de Cristo, esto hará que sus preceptos nos sean fáciles de vivir, no en nuestras fuerza, sino en las Suyas. Todo el que viene  a Él para lavarse en su sangre y conocer la grandeza de la misericordia y del amor que hay en Él, puede decir, veraz y sinceramente: Señor, ¿qué quieres que haga? Entonces sea nuestro propósito ser misericordiosos según la misericordia de nuestro Padre celestial para con nosotros.
Cristo usaba a menudo todos estos dichos porque conocía perfectamente a cada persona que le rodeaba. Ahora, nosotros debemos ser muy pero muy cuidadosos cuando culpamos al prójimo; porque nosotros mismos necesitamos fianza. Si somos de un  espíritu que da y perdona, cosecharemos el beneficio. Aunque en el otro mundo se paga con medida llena y exacta, no es así en este mundo; no obstante, la Providencia hace lo que ha de estimularnos para hacer el bien, porque es Dios quien lo produce en nuestro espíritu. Los que siguen a la gente para hacer el mal, van por el camino ancho que lleva a la perdición. El árbol se conoce por sus frutos; que la palabra de Cristo sea injertada de tal modo en nuestros corazones que podamos ser fructíferos en toda buena palabra y obra. Lo que la boca habla comúnmente concuerda con lo que abunda en el corazón.
Hacen un trabajo seguro para sus almas y para la eternidad, y siguen el rumbo que les será de beneficio en el tiempo de prueba, sólo los que piensan, hablan, y actúan conforme a las Palabras de Cristo. Quienes se esfuerzan por agradar a Su Creador, hallan su esperanza en Cristo que es la Roca de los siglos, y nadie puede poner otro fundamento. En la muerte y en el juicio ellos están a salvo.
Si, ellos y nosotros seremos  sostenidos por el poder de Cristo, por medio de la fe para salvación, y nunca perecerán. ¡Ven en este día, ven a Cristo! Que nada en Ti perezca, sino que sea vivificado con Su Gracia, Amor y Perdón!