Sorry if I offend you🤔
Esta semana conversando con unas madres del colegio, pude sentir su malestar e impotencia en cuanto a actitudes de agresividad y maltrato que en definitiva cualquier niño o niña, conocid@ o desconocid@, están viviendo día a día..
Algunas veces estos maltratos lo viven en su entorno escolar, otras veces en su propio hogar y tristemente en algunas oportunidades en el entorno de la misma parroquia o iglesia donde asistan, es triste decirlo, pero es verdad.
Por favor, nunca te burles o trates mal a un niño, por mas inquieto, movido o rebelde que lo veas. Quien sabe esta pidiendo un poquito de atención de tu parte! Y si ud. se relaciona con ellos en un entorno eclesial, entienda que para ellos o ellas ese espacio representa su lugar de refugio,donde debería sentirse aceptad@,amad@,valorad@;empezando por el pastor o párroco, guias, lideres y comunidad en general. Para ellos, somos su familia espiritual.
Personalmente, soy muy sensible en cuanto a éste tema porque disfruto enseñar la Palabra a los pequeños. Y si eres un líder te pido por favor, tengas especial cuidado en quien delegas tan noble labor, de sembrar la preciosa semilla en sus corazones. Con razón Pablo le dijo a su joven discípulo Timoteo lo siguiente: "Lo que me has oído decir en presencia de muchos testigos, encomiéndalo a creyentes dignos de confianza, que a su vez estén capacitados para enseñar a otros."
2 Timoteo 2:2
Si aspiras o te sientes llamado o llamada a enseñar a otros, revisa que tu vida sea coherente con lo que vas a trasmitir, que sea una vida digna de confianza y capacitada para enseñar a otros. No se trata de que hables lo primero que se te venga a la mente, sino que estudies, medites en la Palabra, la obedezcas y pidas al Señor la sabiduría necesaria y El enviara Su poder para que esa Palabra no regrese vacía, sino que por el contrario, cumpla el propósito, el fin, por la cual es enviada. No se trata de que seamos maestros eruditos, pero si que con humildad, paciencia, amor y sabiduría, sembremos Su Palabra, porque los niños de hoy son los adultos de mañana y Dios nos permita ver en ellos (como padres-maestros) todo ese potencial que tienen y que irán desarrollando.Nuestros hijos le pertenecen a Dios. Él nos los ha cedido para que los eduquemos y les enseñemos a servirle. Nosotros somos responsables delante de Dios por el éxito de nuestra familia. Debemos guiar a nuestros hijos en las sendas de Dios. De esa forma ellos no cometerán los mismos errores que nosotros hemos cometido en el camino de la vida.
Recuerda que los niños son joyas del Señor y no le impidamos ni seamos tropiezo para que vengan a El.
Perdona que sea muy directa hablando sobre éste tema, pero me he sentido muy tocada escuchando testimonios que me han dolido en el alma.
Seamos guarda de cada pequeñ@ y no seamos indiferentes como Caín, que al preguntarle Dios por su hermano, aun después de haberle quitado la vida, respondió: ¿Acaso soy yo el que debe cuidar a mi hermano?
Génesis 4:9
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