Bienaventuranza 7

Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
S. Mateo 5:10
Alguna vez te haz sentido perseguido o perseguida? Debe ser muy complicado y duro vivir de esa manera; en algunos países hay personas que viven bajo amenaza y tienen guardaespaldas para sentirse protegidos.
Pero, que nos quería enseñar Jesús con ésta bienaventuranza?
 Jesús al pronunciar estas palabras no se equivoca, y Él estaba diciendo que si hemos  tomado la decisión de seguirle como maestro y Señor, nos aguarda la incompresión y el rechazo de la sociedad, el sufrimiento y la persecución, pero claro,  tan pronto se presenten estas circunstancias nos podemos sentir confundidos, asustados, desanimados y quizá hasta  con ganas de abandonar el seguimiento de Jesús, como cuando Jesús fue entregado y dice la Palabra que todos lo abandonaron. Pero gracias a las palabras de Jesús, nosotros  ahora podemos prepararnos  mental y espiritualmente para lo que nos toque vivir por ser sus discipulos. "Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia."¿Qué es esta justicia? Cuando la Biblia habla de justicia siempre la relaciona con Dios. Para la Biblia no existe una justicia ajena o al margen de Dios. La justicia de la que habla la Biblia siempre tiene que ver con Dios. Las personas que tiene Jesús en mente cuando pronunció ésta bienaventuranza son las que sufren y padecen por causa del reino de los cielos. Son los hombres y mujeres que en todo buscan siempre en primer lugar el reino de Dios y su justicia (Mateo 6:33). Justicia en la Biblia es sinónimo de piedad, equidad. Entonces podemos decir que son felices los que padecen persecución por causa de la piedad, por causa de su fe, por su amor a Dios, por anhelar que Su Palabra y el Evangelio de Salvación llegue a todo pueblo, lengua y nacion; porque de ellos es el reino de los cielos. Amig@s, es de  estas personas que se habla aquí;  Ésta bienaventuranza no es un llamado a la justicia social o lucha social, política y revolucionaria. No, Jesús declará aquí que son  bienaventurados, felices  los hombres y mujeres que por causa del ejercicio de su fe cristiana y por causa de su seguimiento de Jesús son oprimidos, maltratados y perseguidos. Reconozco que me sentí confundida al leer ésta bienaventuranza, ¿Cómo es posible que se maltrate a los cristianos, siendo éstos personas que intentan hacer bien a los que están a su alrededor , que intentan andar justa, noble, pacífica, misericordiosa y honradamente ? Pero al pensar así olvidaba  que vivimos en un mundo al revés, en  un mundo caido, un mundo que está gobernado por el príncipe de las tinieblas. Un mundo que a lo malo lo llama bueno y a lo bueno malo. Un mundo que no conoce a Dios. Una compañera justo me preguntaba ésta semana en quien creía , yo, le conteste que en Jesús, en un  Dios Trino, la verdad que me miró extrañada...para ella Jesús no fue nadie, entonces me di cuenta que a mi Jesús  no se le quiere, no se le conoce,  no se le acepta...
La raza humana está inclinado a odiar a Dios y a su prójimo,  sienten el amor  de Dios como algo asfixiante, que no les deja vivir como quieren, en éste mundo el que cree en Dios y guarda sus mandamientos es tenido como  un bicho raro, santurron o  por un aguafiestas, y si se puede,  se le intenta quitar de en medio.
JESÚS  ADVIRTIÓ A LOS SUYOS QUE SUFRIRÍAMOS POR SU NOMBRE. Nunca nos  prometió progreso material o económico. Pero sí se esforzó en hacernos  entender que en el mundo seríamos gente impopular, aunque no siempre tuvieran que temer por sus vidas. No obstante, como más tarde diría también el apóstol Pablo, el hombre que vivió múltiples persecuciones, dijo: "Todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución" (2 Timoteo 3:12). Si! Eso es lo que nos toca padecer y que es muy poco comparado a los padecimientos de Cristo y los apostoles, pero cada grado de persecución o de rechazo e injusticia es  distinto de persona a persona y en cada época y lugar, pero todos los cristianos gustarán de alguna manera que en este mundo no son bien vistos. De alguna manera, todos los cristianos "beberán del vaso que yo bebo", como dijo Jesús a los apóstoles Santiago y Juan (Marcos 10:39), y "seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre" (Mateo 10:22). "Por causa de mi nombre", dice Jesús; ésto es exactamente lo mismo que cuando Jesús dice en la última bienaventuranza: "Por causa de la justicia" o "por mi causa"...¿Cuanto padecemos realmente por Jesús?  O no nos gusta padecer nada?


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